La visibilidad del cielo ha disminuido en los últimos 35 años en todo el mundo menos en Europa, donde se han adoptado medidas efectivas para reducir la contaminación en la atmósfera, según un artículo publicado en la revista Science.
EFE/ La Opinión
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Investigadores de las universidades de Maryland y de Texas llegaron a esta conclusión tras compilar la primera base de datos sobre niveles de aerosoles en la atmósfera y visibilidad recogidos entre 1973 y 2007 por 3.250 estaciones meteorológicas en todo el mundo.
"Esta base de datos es un gran paso adelante para investigar los cambios a largo plazo de la contaminación del aire y su relación con el cambio climático", según Kaicun Wang, del departamento de Geografía de la Universidad de Maryland, autor principal del estudio publicado en Science.
Los estudios preliminares hechos por los científicos sobre esta base de datos muestran un aumento continuo de aerosoles en la atmósfera durante el periodo que va de 1973 a 2007 y la consiguiente pérdida de visibilidad debido a que éstos impiden la llegada de las radiaciones solares a la superficie de la tierra.
"La única región del mundo en la que no se registra un aumento de aerosoles es Europa, que de hecho ha experimentado un aumento de visibilidad", afirman los científicos.
Wang explicó a Efe que la principal razón de este fenómeno son "las normas de calidad del aire que exigen una disminución de la contaminación liberada en la atmósfera" en el continente europeo.
Los datos recogidos en 68 estaciones meteorológicas en España confirmaron esta tendencia, según el científico.
La visibilidad es la distancia a la que un observador puede ver con claridad desde el lugar de medición, afirma el estudio, según el cual ésta será menor cuanta mayor concentración de aerosoles estén presentes en el aire.
Los aerosoles son partículas sólidas o líquidas suspendidas en el aire y nos referimos a ellos comúnmente como contaminación del aire.
Incluyen hollín, polvo y partículas de dióxido de azufre.
Provienen de la utilización de combustibles fósiles, de procesos industriales y la quema de biomasa de las selvas tropicales y pueden ser perjudiciales tanto para la salud humana como para el medio ambiente.
A diferencia de las partículas de aerosoles, el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero son transparentes y no afectan a la visibilidad. Sin embargo, causan un recalentamiento global porque atrapan la energía solar e impiden que el calor vuelva al espacio.
Mientras que la relación de los gases de efecto invernadero con el recalentamiento del clima es conocido, no están claros los efectos de los aerosoles.
"El efecto de los aerosoles sobre el clima es tan complejo que no podemos concluir si disminuirán o aumentarán el calentamiento global", declaró Wang.
Según el estudio, la nueva base de datos permitirá a los científicos determinar estos efectos al poder comparar las temperaturas, los niveles pluviométricos y la nubosidad con los niveles de aerosoles de los últimos 35 años.
Wang explicó que la mayoría de la gente percibe el cambio climático como el resultado de unos niveles elevados de gases de efecto invernadero, pero "una fuerte carga de aerosoles en la atmósfera puede intensificar el calentamiento global".
"Esta base de datos es un gran paso adelante para investigar los cambios a largo plazo de la contaminación del aire y su relación con el cambio climático", según Kaicun Wang, del departamento de Geografía de la Universidad de Maryland, autor principal del estudio publicado en Science.
Los estudios preliminares hechos por los científicos sobre esta base de datos muestran un aumento continuo de aerosoles en la atmósfera durante el periodo que va de 1973 a 2007 y la consiguiente pérdida de visibilidad debido a que éstos impiden la llegada de las radiaciones solares a la superficie de la tierra.
"La única región del mundo en la que no se registra un aumento de aerosoles es Europa, que de hecho ha experimentado un aumento de visibilidad", afirman los científicos.
Wang explicó a Efe que la principal razón de este fenómeno son "las normas de calidad del aire que exigen una disminución de la contaminación liberada en la atmósfera" en el continente europeo.
Los datos recogidos en 68 estaciones meteorológicas en España confirmaron esta tendencia, según el científico.
La visibilidad es la distancia a la que un observador puede ver con claridad desde el lugar de medición, afirma el estudio, según el cual ésta será menor cuanta mayor concentración de aerosoles estén presentes en el aire.
Los aerosoles son partículas sólidas o líquidas suspendidas en el aire y nos referimos a ellos comúnmente como contaminación del aire.
Incluyen hollín, polvo y partículas de dióxido de azufre.
Provienen de la utilización de combustibles fósiles, de procesos industriales y la quema de biomasa de las selvas tropicales y pueden ser perjudiciales tanto para la salud humana como para el medio ambiente.
A diferencia de las partículas de aerosoles, el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero son transparentes y no afectan a la visibilidad. Sin embargo, causan un recalentamiento global porque atrapan la energía solar e impiden que el calor vuelva al espacio.
Mientras que la relación de los gases de efecto invernadero con el recalentamiento del clima es conocido, no están claros los efectos de los aerosoles.
"El efecto de los aerosoles sobre el clima es tan complejo que no podemos concluir si disminuirán o aumentarán el calentamiento global", declaró Wang.
Según el estudio, la nueva base de datos permitirá a los científicos determinar estos efectos al poder comparar las temperaturas, los niveles pluviométricos y la nubosidad con los niveles de aerosoles de los últimos 35 años.
Wang explicó que la mayoría de la gente percibe el cambio climático como el resultado de unos niveles elevados de gases de efecto invernadero, pero "una fuerte carga de aerosoles en la atmósfera puede intensificar el calentamiento global".
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