jueves, 7 de mayo de 2009

HISTORIA/ El 'Homo floresiensis' descendería de un homínido más primitivo que el 'Homo erectus'

El 'Homo floresiensis' descendería de un homínido más primitivo que el 'Homo erectus', según sugieren nuevos datos publicados esta semana en la revista 'Nature'. La publicación presenta dos estudios, del Museo de Historia Natural de Londres en Reino Unido y el Centro Médico de la Universidad de Stony Brook en Estados Unidos respectivamente, que apoyan la teoría de que el hombre de Flores es una especie distinta de homínido y no un humano moderno con microcefalia.
Desde la descripción en 2004 del 'Homo floresiensis', una especie de humano diminuto y con un cerebro pequeño que vivió en la isla indonesa de Flores hasta hace al menos 12.000 años, se abrió un debate sobre si los restos pertenecían a una especie o a un humano moderno con una forma de microcefalia, un término que engloba un conjunto de síndromes en los que el paciente tiene una cabeza muy pequeña.
Los dos estudios que se publican ahora apoyan la teoría de que el 'Homo floresiensis' era una especie distinta aunque más extraña de lo que pensado hasta el momento.
Un caso de enanismo
Un argumento que apoya la microcefalia del 'H. floresiensis' es que su cabeza era desproporcionadamente pequeña incluso para una criatura que podría haber experimentado el enanismo que se observa en los seres vivos de las islas.
El trabajo de Eleanor Weston y Adrian Lister en Reino Unido examina este problema por analogía al estudiar los fósiles de hipopótamos enanos después de su aislamiento en la isla de Madagascar y la separación de sus ancestros africanos.
Los investigadores muestran que el cerebro de los hipopótamos enanos empequeñeció desproporcionadamente, lo que sugiere que el cerebro del 'H. floresiensis' podría haber sido pequeño simplemente como resultado del enanismo derivado de las islas en vez de cualquier tipo de patología.
Diferencias
En otro estudio, William Jungers y su equipo en la Universidad de Stony Brook analizan de nuevo los restos del homínido de la cabeza a los pies. Los investigadores muestran que, aunque los pies tenían grandes dedos doblados hacia el interior como en los humanos modernos que caminan erguidos por completo, estos dedos eran mucho más largos en relación al resto de los miembros inferiores en comparación con los humanos modernos y más parecidos en su proporción a los de algunos simios.
Estos descubrimientos plantean la posibilidad de que el ancestro de esta especie no fuera el 'Homo erectus', como muchos habían pensado, sino otro homínido más primitivo y remoto.

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