El transbordador Atlantis y sus siete tripulantes tienen previsto partir hoy rumbo al Hubble, en una misión no exenta de peligros, dirigida a mejorar el funcionamiento de este importante telescopio.
EFE / La Opinión
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Las previsiones meteorológicas de la NASA son favorables al lanzamiento, a falta de unas horas para la partida del Atlantis, que está prevista a las 18,01 horas GMT de hoy desde el Centro Espacial Kennedy, en el sur de Florida.
La misión tendrá una duración de 11 días, en los que los astronautas tienen previsto dotar al Hubble, en cinco 'caminatas espaciales', de nuevas baterías, giroscopios, y cámaras, entre otro equipamiento.
El telescopio espacial Hubble fue colocado en órbita a 730 kilómetros de la Tierra el 27 de abril de 1990 en una misión del transbordador Discovery, y desde entonces ha orbitado el planeta más de 97.000 veces y ha brindado a más de 4.000 astrónomos imágenes de estrellas y galaxias distantes, que son invisibles desde adentro de la atmósfera terrestre.
Pero en los últimos siete años, la NASA ha dejado al Hubble desatendido, en parte por la catástrofe del Columbia en el 2003. La misión que había prevista para un año después, en el 2004, fue cancelada.
La misiones de mejora del Hubble son muy diferentes de las que los transbordadores espaciales hacen en la construcción de la Estación Espacial Internacional (EEI).
A diferencia de los acoplamientos con la EEI -un proyecto de 100.000 millones de dólares en el cual participan 16 naciones-, los astronautas del Atlantis no estarán adosados a ninguna base de operaciones, sino que transbordador será su único refugio en caso de problemas.
Eso significa que, si el Atlantis sufre un problema durante el lanzamiento o cuando estén realizando su misión en el Hubble, no podrán refugiarse en la Estación Espacial.
Si se queda encallado en el Hubble, los astronautas podrían refugiarse en el transbordador durante 25 días, antes de quedarse sin aire.
Además, existe una posibilidad entre 229, una proporción muy alta para este tipo de viajes, de que una pieza de basura espacial o un micrometeorito provoque una catástrofe en el Atlantis.
El Hubble orbita a solo 350 millas de distancia de la zona donde circula la basura espacial, por lo que se ha recomendado a los astronautas que reduzcan su altura en cuanto dejen de trabajar en el Hubble.
Por todas estas circunstancias, la NASA ha preparado un plan de rescate en caso de que ocurra lo peor. Durante los 11 días de esta misión, el transbordador Endeavour permanecerá en la rampa del Centro Espacial Kennedy, listo para un lanzamiento si ocurriese una emergencia que requiera la recuperación de los tripulantes del Atlantis.
Al término de la misión en el Hubble, y cuando se preparen para el retorno a la Tierra, los tripulantes del Atlantis deberán hacer una inspección cuidadosa de las cubiertas térmicas en la panza de su nave, usando las cámaras montadas en el brazo robótico del transbordador.
Mientras el Atlantis permanezca junto al Hubble, los astronautas, montados en el extremo del brazo robótico de la nave, instalarán dos instrumentos nuevos, repararán dos que no funcionan y harán los reemplazos de componentes que mantendrán el telescopio en operaciones por lo menos hasta 2014.
La misión la comanda el capitán retirado de la Marina de Guerra de Estados Unidos, Scott Altman, quien tiene en su haber ya tres misiones de transbordador; y le acompañan el piloto Gregory Johnson, y los especialistas de misión Michael Good, John Grunsfeld, Andrew Feustel, Megan McArthur y Mike Massimino.
Entre los grandes descubrimientos hechos mediante el Hubble se cuentan la determinación de la edad del universo -13.700 millones de años-, la determinación de que virtualmente todas las galaxias mayores tienen agujeros negros en su centro, y el dato de que el proceso de formación de planetas es relativamente común.
El Hubble también permitió detectar por primera vez la presencia de moléculas orgánicas en la atmósfera de un planeta que orbita otra estrella que no es el Sol, y determinar que la velocidad de expansión del Universo se acelera, impulsada por una fuerza desconocida que compone más del 75 por ciento del Universo.
La misión tendrá una duración de 11 días, en los que los astronautas tienen previsto dotar al Hubble, en cinco 'caminatas espaciales', de nuevas baterías, giroscopios, y cámaras, entre otro equipamiento.
El telescopio espacial Hubble fue colocado en órbita a 730 kilómetros de la Tierra el 27 de abril de 1990 en una misión del transbordador Discovery, y desde entonces ha orbitado el planeta más de 97.000 veces y ha brindado a más de 4.000 astrónomos imágenes de estrellas y galaxias distantes, que son invisibles desde adentro de la atmósfera terrestre.
Pero en los últimos siete años, la NASA ha dejado al Hubble desatendido, en parte por la catástrofe del Columbia en el 2003. La misión que había prevista para un año después, en el 2004, fue cancelada.
La misiones de mejora del Hubble son muy diferentes de las que los transbordadores espaciales hacen en la construcción de la Estación Espacial Internacional (EEI).
A diferencia de los acoplamientos con la EEI -un proyecto de 100.000 millones de dólares en el cual participan 16 naciones-, los astronautas del Atlantis no estarán adosados a ninguna base de operaciones, sino que transbordador será su único refugio en caso de problemas.
Eso significa que, si el Atlantis sufre un problema durante el lanzamiento o cuando estén realizando su misión en el Hubble, no podrán refugiarse en la Estación Espacial.
Si se queda encallado en el Hubble, los astronautas podrían refugiarse en el transbordador durante 25 días, antes de quedarse sin aire.
Además, existe una posibilidad entre 229, una proporción muy alta para este tipo de viajes, de que una pieza de basura espacial o un micrometeorito provoque una catástrofe en el Atlantis.
El Hubble orbita a solo 350 millas de distancia de la zona donde circula la basura espacial, por lo que se ha recomendado a los astronautas que reduzcan su altura en cuanto dejen de trabajar en el Hubble.
Por todas estas circunstancias, la NASA ha preparado un plan de rescate en caso de que ocurra lo peor. Durante los 11 días de esta misión, el transbordador Endeavour permanecerá en la rampa del Centro Espacial Kennedy, listo para un lanzamiento si ocurriese una emergencia que requiera la recuperación de los tripulantes del Atlantis.
Al término de la misión en el Hubble, y cuando se preparen para el retorno a la Tierra, los tripulantes del Atlantis deberán hacer una inspección cuidadosa de las cubiertas térmicas en la panza de su nave, usando las cámaras montadas en el brazo robótico del transbordador.
Mientras el Atlantis permanezca junto al Hubble, los astronautas, montados en el extremo del brazo robótico de la nave, instalarán dos instrumentos nuevos, repararán dos que no funcionan y harán los reemplazos de componentes que mantendrán el telescopio en operaciones por lo menos hasta 2014.
La misión la comanda el capitán retirado de la Marina de Guerra de Estados Unidos, Scott Altman, quien tiene en su haber ya tres misiones de transbordador; y le acompañan el piloto Gregory Johnson, y los especialistas de misión Michael Good, John Grunsfeld, Andrew Feustel, Megan McArthur y Mike Massimino.
Entre los grandes descubrimientos hechos mediante el Hubble se cuentan la determinación de la edad del universo -13.700 millones de años-, la determinación de que virtualmente todas las galaxias mayores tienen agujeros negros en su centro, y el dato de que el proceso de formación de planetas es relativamente común.
El Hubble también permitió detectar por primera vez la presencia de moléculas orgánicas en la atmósfera de un planeta que orbita otra estrella que no es el Sol, y determinar que la velocidad de expansión del Universo se acelera, impulsada por una fuerza desconocida que compone más del 75 por ciento del Universo.
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