EFE
El Puerto de la Cadena de Murcia escondía en su interior fósiles de Cheirogaster Bolivari, una especie de tortuga terrestre gigante, cuyos caparazones superan el metro de diámetro y pesan más de una tonelada, que datan de hace más de seis millones de años.
El hallazgo de los cuatro caparazones, dos de ellos todavía sin extraer, se produjo el pasado octubre durante las obras de construcción del tercer carril de la autovía A-31, que une el Puerto de la Cadena con el polígono de San Ginés, por parte de la empresa constructora, y fue certificado por la Asociación Cultural Paleontológica Murciana.
Los restos encontrados, algunos de los cuales pueden verse ya en el Museo Arqueológico de Murcia, fueron presentados hoy por el delegado del Gobierno en Murcia, Rafael González Tovar; el consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz, y el experto del Museo de Paleontología de Elche Ignacio Fierro, quienes destacaron la importancia de apostar por el patrimonio de la Región.
Los trabajos llevados a cabo por los técnicos han conllevado también la recuperación de 35 fragmentos de fósiles y huesos de bóvidos y caballos, entre otros animales, como falanges, vértebras, dientes o costillas.
Ignacio Fierro explicó que se han llevado a cabo hasta el momento tres intervenciones en la zona, en la primera de las cuales se localizó el caparazón completo de una tortuga, de unos dos metros de diámetro, mientras que en la última de ellas, que comenzó el 1 de diciembre, está previsto extraer dos más. El paleontólogo ilicitano apuntó la hipótesis de que hace más de 11 millones de años la zona estaba cubierta por el mar, poco a poco fue saliendo a la superficie y surgió un delta que fue introduciendo sedimentos desde el mar que arrastraron los caparazones de las tortugas muertas al lugar donde se han encontrado.
Los trabajos de excavación y prospección continúan, y, según Fierro, después de trasladar los restos a la zona de almacenaje, se analizan y estudian para obtener más información sobre ellos.
El Puerto de la Cadena de Murcia escondía en su interior fósiles de Cheirogaster Bolivari, una especie de tortuga terrestre gigante, cuyos caparazones superan el metro de diámetro y pesan más de una tonelada, que datan de hace más de seis millones de años.
El hallazgo de los cuatro caparazones, dos de ellos todavía sin extraer, se produjo el pasado octubre durante las obras de construcción del tercer carril de la autovía A-31, que une el Puerto de la Cadena con el polígono de San Ginés, por parte de la empresa constructora, y fue certificado por la Asociación Cultural Paleontológica Murciana.
Los restos encontrados, algunos de los cuales pueden verse ya en el Museo Arqueológico de Murcia, fueron presentados hoy por el delegado del Gobierno en Murcia, Rafael González Tovar; el consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz, y el experto del Museo de Paleontología de Elche Ignacio Fierro, quienes destacaron la importancia de apostar por el patrimonio de la Región.
Los trabajos llevados a cabo por los técnicos han conllevado también la recuperación de 35 fragmentos de fósiles y huesos de bóvidos y caballos, entre otros animales, como falanges, vértebras, dientes o costillas.
Ignacio Fierro explicó que se han llevado a cabo hasta el momento tres intervenciones en la zona, en la primera de las cuales se localizó el caparazón completo de una tortuga, de unos dos metros de diámetro, mientras que en la última de ellas, que comenzó el 1 de diciembre, está previsto extraer dos más. El paleontólogo ilicitano apuntó la hipótesis de que hace más de 11 millones de años la zona estaba cubierta por el mar, poco a poco fue saliendo a la superficie y surgió un delta que fue introduciendo sedimentos desde el mar que arrastraron los caparazones de las tortugas muertas al lugar donde se han encontrado.
Los trabajos de excavación y prospección continúan, y, según Fierro, después de trasladar los restos a la zona de almacenaje, se analizan y estudian para obtener más información sobre ellos.