Se trata de un prototipo biotecnológico que permite limpiar cauces contaminados y reutilizar los recursos hídricos
La opinión
J. V. El profesor de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Carlos Godínez y el artista mejicano Gilberto Esparza han conseguido crear una planta cibernética que es capaz de desplazarse para buscar agua contaminada que después transforma en la energía que necesita para funcionar.
Este robot biotecnológico se encuentra expuesto durante estos días en el centro de arte laboral de Gijón "y está creando una gran expectación entre todos los asistentes a la muestra", explicó un portavoz de la UPCT. Los ciudadanos de la Región también podrán contemplarlo a partir del mes de septiembre en el Centro Párraga de la ciudad de Murcia.
El doctor Carlos Godínez Seoane, profesor del departamento de Ingeniería Química y Ambiental de la UPCT, se ha encargado de la parte tecnológica del proyecto que lleva el nombre de 'plantas nómadas'. Godínez ha conseguido proveer de la energía que necesita el artefacto para desplazarse gracias a un sistema dotado de celdas de combustible microbianas. "Son unos dispositivos que permiten generar moderadas cantidades de energía a partir de la materia orgánica contenida en las aguas residuales domésticas e industriales. Esta materia orgánica sirve de alimento a determinados microorganismos que existen en las propias aguas residuales, y que, adheridos a un electrodo, son capaces de transmitir los electrones que se producen en su metabolismo y constituir lo que podría identificarse con una pila. Como resultado del proceso el agua se depura y se producen cantidades moderadas de energía", explicó.
Gracias a estas celdas, el biorrobot, una auténtica fusión de plantas, microorganismos, un cerebro dotado de inteligencia artificial, celdas de combustibles y elementos mecánicos, dispone de una fuente de energía para sus funciones básicas. Puede moverse gracias a doce pequeñas patas, superar obstáculos, acercarse a un cauce contaminado, succionar el agua y mediante las pilas transformarla en energía. El agua una vez depurada tiene calidad suficiente para regar las plantas y conseguir que estas se mantengan vivas.
De la colaboración con el artista, Godínez destaca "la idea de explotar la potencia visual y mediática que tiene el arte para aprovecharlo en difundir nuestro propio trabajo investigador y transmitir mediante el significado medioambiental de la obra un mensaje a la sociedad". Una alianza que puede dar mucho de sí, como la posibilidad de hacer música también. La actividad de los microorganismos, traducida a voltaje, podría "sonorizarse" mediante circuitos electrónicos y construir con ellos composiciones.
La opinión
J. V. El profesor de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Carlos Godínez y el artista mejicano Gilberto Esparza han conseguido crear una planta cibernética que es capaz de desplazarse para buscar agua contaminada que después transforma en la energía que necesita para funcionar.
Este robot biotecnológico se encuentra expuesto durante estos días en el centro de arte laboral de Gijón "y está creando una gran expectación entre todos los asistentes a la muestra", explicó un portavoz de la UPCT. Los ciudadanos de la Región también podrán contemplarlo a partir del mes de septiembre en el Centro Párraga de la ciudad de Murcia.
El doctor Carlos Godínez Seoane, profesor del departamento de Ingeniería Química y Ambiental de la UPCT, se ha encargado de la parte tecnológica del proyecto que lleva el nombre de 'plantas nómadas'. Godínez ha conseguido proveer de la energía que necesita el artefacto para desplazarse gracias a un sistema dotado de celdas de combustible microbianas. "Son unos dispositivos que permiten generar moderadas cantidades de energía a partir de la materia orgánica contenida en las aguas residuales domésticas e industriales. Esta materia orgánica sirve de alimento a determinados microorganismos que existen en las propias aguas residuales, y que, adheridos a un electrodo, son capaces de transmitir los electrones que se producen en su metabolismo y constituir lo que podría identificarse con una pila. Como resultado del proceso el agua se depura y se producen cantidades moderadas de energía", explicó.
Gracias a estas celdas, el biorrobot, una auténtica fusión de plantas, microorganismos, un cerebro dotado de inteligencia artificial, celdas de combustibles y elementos mecánicos, dispone de una fuente de energía para sus funciones básicas. Puede moverse gracias a doce pequeñas patas, superar obstáculos, acercarse a un cauce contaminado, succionar el agua y mediante las pilas transformarla en energía. El agua una vez depurada tiene calidad suficiente para regar las plantas y conseguir que estas se mantengan vivas.
De la colaboración con el artista, Godínez destaca "la idea de explotar la potencia visual y mediática que tiene el arte para aprovecharlo en difundir nuestro propio trabajo investigador y transmitir mediante el significado medioambiental de la obra un mensaje a la sociedad". Una alianza que puede dar mucho de sí, como la posibilidad de hacer música también. La actividad de los microorganismos, traducida a voltaje, podría "sonorizarse" mediante circuitos electrónicos y construir con ellos composiciones.